Será por la química entre una pareja por la que en un principio no hubiera dado un duro. Pero Natalie Portman, liberada de cisnes negros, y sí, también Ashton Kutcher, están sorprendentemente naturales, frescos, relajados.
Será porque el enamoradizo, el romántico y el cursi es el chico, y la que sólo busca carne es ella.
Será porque por fin le han vuelto a dar un papel al estupendo Kevin Kline.
Será porque la película no engaña, y a pesar de ciertos e inofensivos tacos y despelotes, no va de comedia romántica guay, diferente, modernilla y progre, como sí se presentan últimamente otras comedias del estilo.
¿Y no será que todo lo anterior se debe a una dirección, la de Ivan Reitman, competente y experimentada?
Y es que, qué demonios, que ya sólo por figurar en su carrera "Los Cazafantasmas", "Los gemelos golpean dos veces" y "Poli de guardería", el tipo se merece un respeto.
Está bien para pasar un rato agradable. Saludos
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