lunes, 7 de julio de 2014

OPEN WINDOWS: DEPALMA 2.0

No se le puede negar a Nacho Vigalondo su morboso gusto por complicarse la vida y rizar el rizo. Si ya cortocircuitó algunos atrofiados cerebros –incluido el mío-  con aquellos cronocrímenes imposibles, con Open Windows entra como un kamikaze en el thriller clásico de asesinos chantajeadores, víctimas acosadas, falsos culpables y giros sorpresa finales. Cómo lo cuenta es lo más estimulante. Toda la historia se muestra a través de dispositivos electrónicos, de ordenadores a teléfonos móviles, sin que en ningún momento se deshilvanen ni molesten las costuras de la narración. Muy al contrario, todo el engranaje avanza perfectamente engrasado, sin caer en lo aparatoso y sin descentrar a un espectador que, si acepta el juego, se convierte en otro personaje voyeur que contempla la pantalla del ordenador/cine

Open Windows es un DePalma 2.0 llevando el recurso de la multipantalla a su paroxismo. Un tecnothriller rabiosamente arriesgado y entretenido que culmina con una reflexión sobre el anonimato en plena era digital y exhibicionista.