domingo, 11 de diciembre de 2011

IN TIME: DISTOPÍA SOBRE LA CRISIS


Es lo que tiene sentarte a ver una película sin muchas expectativas: que a poco que el film te sorprenda y te entretenga más de lo previsto, ya te das por muy satisfecho. Es lo que me ha pasado con In Time. Y eso que la cosa no empieza muy prometedora: primera imagen y ya vemos al falto de carisma (como actor y como cantante... sinceramente, no entiendo el enorme éxito de este tipo) Justin Timberlake enseñando pectoral. Pero In time está escrita, producida y dirigida por Andrew Niccol, el de Gatacca y El señor de la guerra, así que esto no es un vehículo para el lucimiento de Timberlake y enfocado a chavales palomiteros. Hombre, algo de eso también hay, pero la historia es muy original: nos presenta una sociedad más o menos ficticia, en la que no se paga con dinero, sino con tiempo. El tiempo es la moneda de cambio, el bien más preciado, y al que se le acaba, muere. Y por supuesto, en esta sociedad también hay clases: ricos, no de dinero sino de tiempo, y pobres que viven al día, y nunca mejor dicho.
Lo que más me ha gustado de In Time es que la podemos meter perfectamente en el mismo grupo de films que en los últimos años han surgido a raíz de la primera crisis económica del siglo XXI, como Up in the air, The company men y Margin Call, pero ésta con más acción para el gran público y en clave futurista. Lo que los eruditos llaman una distopía, una utopía negativa y pesimista para reflejar una realidad. Como Un mundo feliz. Como 1984. O como la propia Gatacca de Niccol.
La mayoría de críticas hacia la película han sido negativas. No me esperaba otra cosa. Pero sí me esperaba menos de In time, y sigo pensando que está por encima de la media del rutinario cine comercial que nos llega habitualmente de Hollywood.