domingo, 10 de abril de 2011

ADIÓS A LUMET

Se ha ido Sidney Lumet, uno de los directores más importantes del cine americano de la segunda mitad del siglo XX. Era también el máximo representante de aquella nueva hornada de cineastas que en los años 50 comenzaron en el cine procedentes de la pequeña pantalla, la llamada "generación de la televisión".




Los dramas sociales y policíacos fueron su fuerte. Debutó con el clásico "Doce hombres sin piedad" (1957) y cerró su larga carrera con la estupenda "Antes que el diablo sepa que has muerto" (2007). Entremedias, títulos emblemáticos como "Serpico" (1973) y "Tarde de perros" (1975), ambas con Al Pacino en plena forma, "Network, un mundo implacable" (1976), "El príncipe de la ciudad" (1981)... incluso sus trabajos más impersonales, como "Asesinato en el Orient Express" (1974) y "El abogado del diablo" (1993), tienen su encanto.


Mi problema de siempre con Lumet es que, aún reconociendo su calidad, en muy pocas ocasiones ha conseguido tocarme la fibra sensible. Demasiadas veces me ha dejado frío. Pero recuerdo que sí me impactó mucho uno de sus títulos más desconocidos, "La ofensa" (1973), una historia dura, tensa, seca, con un Sean Connery atípico y soberbio.



Y luego está la que posiblemente sea su obra maestra: "Veredicto final" (1982), con un Paul Newman insuperable en la piel de un abogado fracasado y bebedor que encuentra en el caso de un error médico una última oportunidad para redimirse.


Ese plano inicial con Newman a contraluz fumando, bebiendo y jugando con una máquina pinball en un bar nos dice ya absolutamente todo sobre el personaje. Una buena muestra de la maestría cinematográfica de Lumet.

1 comentario:

  1. Lumet hizo muy buenas películas. Tiene una carrera impresionante.

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